martes, 18 de enero de 2011

El engaño de Rafael Correa


Rafael Correa, el presidente ecuatoriano, sigue engañando a la gente con pura demagogia barata, esta vez, en su estilo típico y netamente neo populista hace que la gente confunda democracia representativa con democracia participativa, es decir le quita el papel que le cabe a la Asamblea Nacional para debatir leyes, tratando de convertir todo en compulsa con el pueblo.
Es obvio que lo hace en situaciones en las que goza de alta popularidad, estimada por arriba del 70%, porque seguro que no consultaría al pueblo en circunstancias que no tuviera credibilidad ni popularidad. Correa, así, es ventajista, oportunista y demagógico.
Las preguntas que entregó hoy a la Corte Constitucional - para que valide su legalidad y pueda hacer una convocatoria en consecuencia, para lo que tiene un plazo de 45 días - tienen que ver con cuestiones de Estado, como la administración de justicia, la lucha contra la inseguridad y las regulaciones de la banca, pero también se mete con cuestiones netamente privadas, como el caso de la prensa, entrometiéndose en cuestiones que hacen a la libertad de expresión.
Es obvio que si sus preguntas pasan, el Gobierno, como siempre hizo, invertirá altas sumas de dinero para hacer propaganda sobre sus causas y los resultados que le gustaría escuchar – de ahí cómo están formuladas – de ahí su estilo populista y maquiavélico en dirigir.
Correa explicó que cinco preguntas se refieren a reformas que quiere proyectar en reformas constitucionales y sobre las demás quiere auscultar “la sabiduría popular” para que luego se pueda legislar. ¿Será que Correa no entiende que ya existen estudios y sondeos y encuestas sobre los temas a los que da prioridad la gente?
Justificó su “democracia participativa” como la que siempre defiende Chávez para crear división de clases y justificar la dependencia de los demás poderes del Estado y la creación de estructuras de poderes paralelos con su demagógica frase: “Está en las manos del pueblo ecuatoriano decidir quién tiene la razón y quien no la tiene, si un Gobierno que es capaz de revisar día a día la marcha de las cosas confrontándolas con la realidad, y corregirlas lo más rápido cuando creemos que no marchan”.
Las 10 preguntas son las siguientes:
1)    ¿Está usted de acuerdo en que la correspondiente ley cambie los plazos razonables para la caducidad de la prisión preventiva, enmendando la Constitución de la República como lo establece el anexo 1? (Dijo que era necesario una reforma, por la alta corrupción de muchos jueces).
2)    ¿Está de acuerdo en que “las medidas sustitutivas a la prisión preventiva se apliquen únicamente para los delitos menos graves, enmendando la Constitución de la República? (Criticó la discrecionalidad y corrupción de los jueces).
3)    ¿Está usted de acuerdo con prohibir que las instituciones del sistema financiero privado, así como las empresas de comunicación privadas de carácter nacional, sus directores y principales accionistas, sean dueños o tengan participación accionaria fuera del ámbito financiero o comunicacional, respectivamente? (Quiere que ni los banqueros ni los dueños de los medios tengan otra actividad).
4)    ¿Está usted de acuerdo en sustituir el Pleno del Consejo de la Judicatura por una Comisión Técnica compuesta por tres delegados designados, uno por el Presidente de la República, uno por la Asamblea Nacional y uno por la Función de Transparencia y Control Social, para que durante un período de 18 meses asuma todas y cada una de las funciones del Consejo de la Judicatura y pueda reestructurar el sistema judicial? (Criticó la corrupción de los jueces).
5)    ¿Está usted de acuerdo en modificar la composición del Consejo de la Judicatura, enmendando la Constitución y reformando el Código Orgánico de la Función Judicial? (No quiere que la justicia sea autónoma, sino que busca que sea responsabilidad de todos, para lo que pide representantes del Ejecutivo y Legislativo; olvidándose del fundamental precepto de la independencia).
6)    ¿Está usted de acuerdo que sea delito el enriquecimiento privado no justificado? (Busca combatir la corrupción en el sector privado, para lo cual ya existen leyes).
7)    ¿Está usted de acuerdo en prohibir en su respectiva jurisdicción cantonal los negocios dedicados a juegos de azar, tales como casinos y salas de juego? (Deja de lado la autonomía de las jurisdicciones y no se mete con la Lotería Nacional considerando que a diferencia de las actividades privadas no tiene fines de lucro. ¿No los tiene?).
8)    ¿Está usted de acuerdo en prohibir, en su respectiva jurisdicción cantonal, los espectáculos públicos donde se mate animales? (Está en desacuerdo, dijo, que se maten animales en espectáculos, lo que no está mal, pero sí está mal que ya tiene una opinión al respecto, por ejemplo, sobre las corridas de toros; por lo que seguramente habrá propaganda que inducirá a esa respuesta).
9)    ¿Está de acuerdo que se dicte una ley de comunicación que cree un Consejo de Regulación que norme la difusión de contenidos en la televisión, radio y publicaciones de prensa escrita, que contengan mensajes de violencia, explícitamente sexuales o discriminatorios; y que establezca los criterios de responsabilidad ulterior de los comunicadores o los medios emisores? (La pregunta está de más, ya la contiene en el proyecto de ley que está tratando de imponer a toda costa; lo único que busca es reforzar su opinión).  
10)                    ¿Está usted de acuerdo que la no afiliación al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social de trabajadores en relación de dependencia sea considerada delito?
Lo muy obvio de Correa es que simplemente está depositando su confianza de que la mayoría es la soberanía popular, cuando ésta está compuesta no sólo por la mayoría sino también por la minoría y por el grado de debate y discusión que hay en un tema.
La representatividad – para ello las democracias han inventado los Congresos – es la que da mayores garantías de que se respeten las distintas voces. Gobernar por el principio de lo que opine una mayoría (muchas veces inducida) suele derivar en cuestiones de propaganda y engaño.

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