sábado, 15 de enero de 2011

Argentina, la corrupción y los medios


Lo peor de la corrupción pública que se denuncia en Argentina es que nada se hace al respecto. De ahí que las denuncias de enriquecimiento ilícito de la familia presidencial terminaron borradas o la valija de Antonioni quedó sólo para la anécdota.

En estos días nuevamente el gobierno fue ensuciado por denuncias de que sigue manejando los recursos públicos con falta de transparencia como si se tratara de fondos al servicio del gobierno partidario y no como dineros del Estado que pertenecen a todos los argentinos y que tiene la obligación de administrar con eficiencia, honestidad y nitidez.

Lamentablemente Cristina de Kirchner tiene un baño de teflón y la actual polémica, que se repite cada seis meses, cada vez que se denuncia el uso discriminatorio de la pauta oficial con la que se premia a medios amigos y se castiga a los independientes, le terminará por resbalar y todo quedará en la nada.

Se denunció que de los 27 millones de dólares que el gobierno nacional gastó en publicidad oficial en la televisión, el 67.5% fue a parar a las arcas de Canal 9, en detrimento de todos los demás canales que tienen mayor audiencia, rating y penetración. Lo obvio es que Canal 9 pertenece a un empresario identificado con el kirchnerismo, Diego Grivtz, y de ahí que se le proteja, incentive y enriquezca.

Sería importante que en Argentina, como en muchos países latinoamericanos, se desengavete un proyecto de ley con el que se buscaba establecer criterios técnicos en el uso de la publicidad oficial, porque de otro modo se estará permitiendo al gobierno ser cada vez más corrupto.

No hay comentarios: