viernes, 24 de septiembre de 2010

Pesimismo por promesas de Calderón

Los periodistas mexicanos no tomaron con el mismo optimismo que nosotros, una delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa y del Comité de Protección de Periodistas, las promesas y anuncios que nos hizo el presidente Felipe Calderón este miércoles pasado en una audiencia que nos concedió en la residencia oficial de Los Pinos.

El presidente se comprometió entonces a reimpulsar la federalización de los crímenes contra periodistas, la no prescripción y el agravamiento, además de crear un sistema de protección para reporteros, entre otras medidas, que dijo, serían prioritarias en la agenda del gobierno.

Nuestro optimismo no se vio reflejado entre los periodistas, editores y directores que convergieron en el foro que organizamos el jueves en Casa Lamm.

En los paneles, entre los que se contaron periodistas del interior del país como de la capital, casi todos coincidieron en su escepticismo sobre las promesas de Calderón, algunas de las cuelas hizo años anteriores y otras parecen ser únicamente de origen político, porque en la práctica serán inoperables por la falta de presupuesto adecuado.

Creo sin lugar a dudas, que el hecho de que el gobierno no haya cumplido con sus promesas, se debe también a la falta de seguimiento y de presión que han ejercido los medios, especialmente los más importantes del país, desde Reforma a El Universal, o de Televisa a Milenio o Azteca, para fiscalizar y hacer responsable al gobierno sobre estos temas de violencia contra el periodismo.

En México el dicho añejo ya lo dice, los políticos a lo único que le temen es a los periodicazos, de ahí que sea evidente que muchos políticos solo actúan cuando están presionados por temas que los medios mantienen en la agenda pública.
Más pesimismo

Jorge Zepeda, director editorial de El Universal, se mostró pesimista ante un gobierno que hace poco y nada sobre la materia, y dijo que hay cinco factores que agravan la situación actual de medios y periodistas:

1) que la violencia no proviene solo del crimen organizado, sino también de caciques políticos y corruptos que contratan a los sicarios de los carteles para que asesinen periodistas.
2) Que hay una ola creciente de descalificación contra medios y periodistas.
3) Que las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos contra las fuerzas de seguridad, favorecen al crimen organizado, que tratan de ganar terreno en el revoltijo de acusaciones y denuncias.
4) Que se incentiva a los medios a cuestionar a otros medios, con lo que se difumina la necesidad de que haya unidad en el gremio para pelear por los mismos intereses.
5) Que el crimen organizado ya ha infiltrado a los medios de comunicación.
Continuaré en el próximo post sobre la posición de periodistas y legisladores en torno a este pesimismo, escepticismo o moderado optimismo sobre las promesas de Calderón.

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