Nunca se hubiera esperado que en la propia España se prohibieran las corridas de toros, a pesar de la controversia que durante cada década venían levantando los activistas dedicados a la protección y derechos de los animales. La aprobación este 28 de julio de la ley en Cataluña, puede ser que tenga algunos aditamentos políticos, por cuanto es una de las regiones que sigue buscando su autonomía y no suele celebrar mucho todo lo que celebra la nación, como fue el caso del mundial de fútbol, que para algunos catalanes fue una fiesta más.
Aunque en Islas Canarias la tauromaquia estaba prohibida desde 1991, nunca se hubiera pensado que la prohibición en Cataluña, la que seguramente contagiará a otras regiones, se daría en forma tan rápida en un país donde la mayoría todavía ve a esta disciplina como un arte y entiende que la matanza del toro tiene la dignidad que solo puede darle una vida de privilegios y una ceremonia dotada para los héroes.
Lo cierto es que los tiempos son otros y la humanidad, aunque tan o más violenta y sádica que en otras épocas, evidencia cambios que tienen que ver con lo correctamente político y con el reconocimiento de derechos que no solo tenemos los humanos.
Más allá de la polémica entre si las corridas de toro son arte o barbarie, lo importante es ver que de esa disciplina se desprenden los mismos valores que nos vinieron enseñando en la cultura vaquera hollywoodense. Los Apaches podrían haber matado miles de búfalos por la necesidad de su carne y pieles, pero siempre sería un elemento menor comparado a un solo búfalo derribado por un vaquero que haya tenido la intención de divertirse o comerciar con el animal.
Me parece que, por esa razón, está bien que se hayan prohibido las corridas, aunque reconozco el pesar enorme que sienten los fanáticos.
1 comentario:
Desde Madrid, les comento: Una cosa son los ganados comunes y su explotación para consumo, y otra es la ganadería brava. Estos toros, se alimentan de lo más natural, comen mejor que las personas, y producen un gasto alimenticio diario de unos 8 - 10 Euros. Viven en dehesas privadas como auténticos reyes, y mantienen su fiereza, porque la tienen en sus genes. Si estos animales no se torearan, les aseguro, que no existirían. se habrían desaparecido hace mucho tiempo,, por lo tanto, el toro vive
porque hay toreros, y personas que gustan del arte de Cúchares, digno del máximo respeto, . Si no se entiende, irán a la porra miles y miles de puestos de trabajo. En España ya tenemos el paro en el 20%, y lo que queda, ,Entendemos que sólo es política catalana, sin mucha razón, y sino al tiempo. Saludos . Jesus
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