La OEA perdió el tiempo en San Pedro Sula, así se lo demostró la nomenclatura cubana. Después de tantos intentos de parte de los cancilleres y presidentes latinoamericanos para que Cuba ingrese a la OEA y cuando se había conseguido una resolución al respecto, finalmente el gobierno cubano, a través del medio oficial, el periódico Granma, dijo “GRACIAS, PERO NO”.
Los esfuerzos en San Pedro Sula habían empezado desde principios de año con el desfile de 10 presidentes latinoamericanos a La Habana y continuado en la Cumbre de Trinidad y Tobago.
La idea, detrás de todo esto, era enviar un mensaje directo al gobierno de Estados Unidos para que levante el embargo; aunque no tuvieron en cuenta que Barack Obama les ganaría de mano habiendo levantado una serie de restricciones y dejando la pelota en la cancha cubana.
Lamentablemente, la OEA desperdició otros temas de agenda importante, como la no violencia, por aferrarse a un tema netamente político como el de la inserción de Cuba a la organización. En definitiva, como Cuba debe comprometerse a ciertas normas democráticas, elecciones libres, libertad de expresión y multipartidismo, se sabía de antemano que ello no sería posible.
Cuba “ratifica una vez más que no regresará a la OEA" dice la nota oficial publicada hoy, por lo que ojala sea este un punto final a la polémica que Cuba inició para seguir siendo noticia. Ojala la OEA no pierda más el tiempo y solo lo tenga para cuando Cuba quiera comenzar a respetars los derechos y garantías individuales de sus ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario