sábado, 6 de junio de 2009

Si desaparece Globovisión

La hipótesis no está lejos de concretarse. El gobierno de Hugo Chávez está atacando ferozmente a Globovisión y todos los días hay un nuevo embate con la única televisora que está informando en forma independiente sobre la realidad venezolana, que incluye corrupción y abusos gubernamentales. Ayer, se produjeron nuevas excusas legales encaminadas hacia el cierre, una multa que sobrepasa los dos millones de dólares y una persecución penal por “usura” contra su propietario, Guillermo Zuloaga. Además de cientos de acusaciones públicas que recibió de parte de Chávez y varios de sus ministros en estas últimas semanas, señales claras de que Globovisión está en la misma mira que estuvo entre diciembre de 2006 y mayo de 2007 Radio Caracas Televisión hasta que fue clausurada el 27 de mayo.

Si desaparece Globovisión, el gobierno de Chávez obtendría automáticamente un pasaporte más amplio de impunidad y daría un paso más hacia el autoritarismo o esta especie de “dictadura democrática”, una autocracia disfrazada de legalidad, la que es conseguida y ejecutada a través de una Asamblea Legislativa y una Justicia totalmente ofertadas al mejor postor: Chávez.

Si desaparece Globovisión, pierde la democracia; ésta, entendida como soberanía popular, ya que se le estará robando a los ciudadanos el derecho a estar informados o a estar sometidos a información televisiva que sólo provendrá de canales estatales propagandísticos o de otros privados en los cuales el temor o los acomodos los han hecho autocensurarse.

Si desaparece Globovisión, se estarán desarticulando los derechos más fundamentales que en la Constitución Bolivariana ya están de adorno: libertad de prensa y de expresión, así como los derechos de reunión y asociación.

Si desaparece Globovisión, se le estará entregando a Chávez una Venezuela en “bandeja de plata”; una Venezuela impune, sumisa, derruida, desposeída, débil, en la que cada día los valores del disenso, la crítica, la investigación y la denuncia –atributos de las verdaderas democracias – quedarán en el silencio.

Si desaparece Globovisión, Chávez pronto se enfocará a destruir diario por diario, periódico por periódico, último bastión de resistencia democrática y por la libertad de prensa que debido a sus críticas, investigaciones sobre corrupción y opiniones de toda índole y colores mantiene la esperanza de que Chávez todavía no ha robado todo.
Todavía tiene que robar la dignidad de miles de periodistas que a favor o en contra de las ideas revolucionarias trata de acercar la verdad a los ciudadanos.

Si desaparece Globovisión, más allá de las responsabilidades históricas que tendrá que asumir Chávez y sus acólitos en el futuro, pesará una gran responsabilidad sobre los hombros de en organizaciones como la OEA y un puñado muy grande de gobiernos, tanto latinoamericanos como del mundo entero, que no están alzando sus voces, mediando o presionando al gobierno para que no siga impunemente matando la democracia venezolana, tan declamada en tratados y acuerdos internacionales.

Si desaparece Globovisión, todos seremos menos como seres humanos porque nos estarán quitando ese derecho tan importante a la información.