La prensa mexicana está atemorizada. Los atentados del narcotráfico contra medios de comunicación y los asesinatos de periodistas son la causa. La autocensura es rampante, pero un muchos casos es la única forma para defender la vida.
En el año 2000, durante una reunión interparlamentaria sobre estrategias para combatir el narcotráfico, México se sentó a la mesa como mero observador de las discusiones entre Colombia, Bolivia y Perú, aduciendo que el país no tenía problemas como los que aquejaban a los productores de drogas.
Menos de una década después es normal hablar de la “colombianización” de México. En lo que va del año, más de 4.000 personas han sido ejecutadas por el narcotráfico, 1200 de ellas en Ciudad Juárez, localidad de frontera donde las guerras por territorialidad entre los carteles del narcotráfico es más evidente.
Participé esta semana en una conferencia de la Universidad de Columbia en Nueva York, “Silencio Atemorizado: Periodistas de México Bajo Asedio”, en donde se hizo un crudo diagnóstico de las vivencias de la prensa de ese país y se pudo observar el crecimiento de la violencia. Las cifras son inapelables: de 76 periodistas mexicanos asesinados o desaparecidos en los últimos 20 años, 35 fueron abatidos en los recientes cuatro años pasados.
De todo lo que escuché, quedé pasmado por dos presentaciones de periodistas de frontera. Alfredo Quijano, editor del periódico Norte de Ciudad Juárez, dijo que México está en un virtual estado de sitio. Los carteles se han apropiado de las calles. El gobierno local renunció al poder y lo dejó en manos de los soldados. Los periodistas están acosados y se autocensuran, de lo contrario los amenazan, los secuestran o los matan Y si escriben en contra de la policía los demandan. Si no va a los citatorios judiciales los multan y luego los detienen. Si participan de esos citatorios, los narcos lo consideran cómplices del poder y les ponen precio a su cabeza.
Por su parte, Ramón Cantú, editor de otro diario de frontera, El Mañana, dijo en México hay una cultura de la delincuencia muy arraigada en el país que tiene que ver con el contrabando. El daño económico que se le hace a la sociedad no tiene nada que ver con el tema del daño psicológico. La gente ya está indiferente ante el sufrimiento de los semejantes. No hay libertad si se vive con miedo. En el periódico le llamo prudencia para no sentirme cobarde, pero necesitamos ser prudentes. Ya sepultamos a nuestro director editorial, y además lo han difamado hasta de muerto, diciendo que su crimen se debía a desviaciones personales.
Ambas presentaciones resumieron para mí el problema del país. No hay una respuesta efectiva en contra del crimen organizado y sus víctimas, incluyendo a los periodistas, pierden la esperanza debido a la falta de justicia. El 98 por ciento de los delitos – de toda clase – permanece en la impunidad.
2 comentarios:
No cabe duda que el narcotrafico es ya un azote para la humanidad, tienen aterrorizada a casi toda America Latina, es mas ya invadieron Estados Unidos mostrando su arma mas usada, el secuestro de un niño en Las Vegas, Nevada. Es necesario que las naciones se pongan de acuerdo en una campaña armada contra estos maleantes que mantienen aterrorizados a varios millones de ciudadanos. Ellos acaban con mas vidas que las peores enfermedades que han atacado nuestro planeta, no se debe tener piedad, se debe acabar con ellos, en esta guerra no se deben tomar prisioneros.
Debería haber una política más estricta desde Estados Unidos y tendrían que ayudar más y poner más plata pero sobre todo para agarara a los maleantes que tenemos en este pais porque aqui nadie va a la carcel por estar traficando o vendiendo drigas en la escuela
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