miércoles, 1 de octubre de 2008

Cocaína y responsabilidad europea

Desde que el narcotráfico se inventó como uno de los negocios más espectaculares de todos los tiempos las críticas no solo llovieron contra los países productores sino más bien con los mercados que incentivan esa producción, los consumidores. Estados Unidos siempre estuvo en la picota por su alto consumo, pero Europa siempre la jugó de amiguita retraída e introvertida en este tema.

Lo que Europa nunca admitió como un problema de consumo per se, su moneda fuerte está haciendo que el asunto del narcotráfico y el consumo se blanqueen, con perdón de la palabra. El Euro en la estratósfera ha hecho que en el último lustro los narcos colombianos y mexicanos hayan encontrado en el viejo continente la liquidez que se perdió con la recesión del dólar. Si a eso se le suma que los narcos pagan la producción en dólares, esa diferencia de 50 centavos entre las dos monedas (en realidad entre lo que representa plantar una semilla y aspirar una dosis) representa un negocio redondo. No por nada, el 70 por ciento de la cocaína producida por Perú va a Europa y sólo el 10 por ciento a Estados Unidos.

El vicepresidente colombiano, Francisco Santos, es además periodista y como experto en materia de comunicación sabe de la fortaleza y contundencia que tienen los mensajes. En una reunión sobre drogas en Lisboa esta semana fue contundente. En lugar de hablar o acusar a los europeos de consumidores y entrar en una disquisición sin fin sobre quien tienen la culpa, el huevo o la gallina, el consumidor o el productor, prefirió hacer un discurso periférico que bien le debe valer un premio de Greenpeace, no solo por lo que defendió, sino por el marketing que hizo de su idea.

Santos se refirió a los destrozos ambientales que la producción de droga causa en la selva virgen amazónica, donde por cada kilo de cocaína que se procesa se talan hectáreas de bosques, áreas que a su vez son inundados por petroquímicos para incentivar una producción que debe ser voluminosa y con plazos acelerados de cosecha.

Europa tiene ahora mayor conciencia sobre la responsabilidad que el cabe ya que por cada dosis que se aspira lo que se destruye no es el pulmón del consumidor, sino el pulmón del planeta, la selva tropical. Mensaje claro y contundente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mientras las leyes no castiguen con rigor a los consumidores, el trafico de droga continuara siendo el negocio mas rentable en todas partes del mundo.El lavado de dolares en paises pequeños ha convertido en millonarios supersonicos a muchos que antes eran ciudadanos comunes y corrientes. Los zares de la droga con mucha inteligencia han creado diferentes negocios alternos, tales como el secuestro y robo de carros en Centro America. Ellos han armado hasta los dientes a las maras o pandillas que tanto daño causan a los ciudadanos utiles. El objetivo de los traficantes es mantener a las autoridades ocupadas atendiendo estas ramas de su negocio, mientras ellos transportan su droga a traves de diferentes paises hasta llegar a su mercado principal Estados Unidos. Si los paises grandes no pueden reducir el consumo de drogas, como vamos a hacer en Centro America para combatir el negocio que no necesita de prestamos bancarios, pero que si emplea a muchos lavadores de dolares, quienes actuan a su antojo sin que las autoridades los pongan en prision.

Anónimo dijo...

Creo sin embargo que deberia - y estoy cada vez mas convencido - legalizarse en todo el mundo, de esa forma se blanquearia el tema del narcotrafico.